Sesgos cognitivos y un ajuste de empatía

¿Alguna vez te pasó de conocer a alguien por primera vez y ya tener una “mala vibra” de esa persona? Si te sucedió, probablemente tu visión sobre esa persona no haya cambiado. Y si no te sucedió, seguramente con alguna otra cosa hayas hecho un sesgo cognitivo.

Según la página “Avances psicológicos”, los sesgos cognitivos son predisposiciones psicológicas a llegar a un determinado tipo de conclusiones de manera automática. En palabras más simples, es cuando llegas a una conclusión con una parte de la información, en vez de indagar más acerca de ello. Y si te lo pones a pensar, tod@s hacemos eso e incluso la ciencia ha buscado entender fenómenos que después, conociendo más al respecto, nos dimos cuenta que el primer “descubrimiento” era errado. Por lo tanto, siempre podemos conocer más de aquello que suponemos saber todo.

“Solo sé que no sé nada” – Socrates

Ahora bien, si vemos el título del blog, podrás preguntarte ¿Qué tiene que ver esto con un “ajuste de empatía“?

Para poder responder esa pregunta, tenemos que revisar la función de la empatía como tal. Para no irnos a demasiados tecnicismos, digamos que la empatía es la capacidad de sentir las emociones ajenas.

Esto es lógico, ya que las emociones son un conjunto de liberaciones hormonales en respuesta a un conjunto de estímulos. Y como todos compartimos las mismas hormonas, podríamos validar mi primera afirmación.

Si bien compartimos hormonas, no siempre son liberadas ante los mismos estímulos. En otras palabras, tod@s sentimos miedo, alegría, enojo, tristeza y los demás cócteles hormonales, en diferentes momentos y circunstancias. Y con el fin de comprobar esta afirmación, vamos a hacer un experimento.

Experimento:

Para este experimento voy a necesitar de tu imaginación. Por lo tanto, la efectividad del experimento va a depender de tu capacidad para imaginarte la próxima situación ¿Estás list@?

Si seguís acá asumo que lo estás, asique comencemos.

Imagínate que una persona como yo (1,74m, 70kg y mi foto está en la parte de arriba del blog 😂) se te acerca por la calle vestido de traje, y acompañado de 3 tipos mucho más altos (1,80/1.90m) también vestidos de traje. Está persona se para en frente tuyo, sonríe y te dice “je vais te tuer” (fonéticamente: “Ye ve te tui”).

Ahora… ¿Que sentirías en ese escenario?

Tomate un rato para internalizarlo. No hay apuro.

¿List@? ¡Genial!

Si sabes francés, probablemente entiendas que estás en peligro. Porque “je vais te tuer” es “te voy a matar” en español.

Pero si no sabías francés probablemente sientas algo de confusión, quizá hayas sonreído si te contagié la sonrisa de mi foto o andá a saber que sentiste. No es importante saber como reaccionaste, mientras sepas que tu reacción dependió de como estaba configurada tu mente y que las posibles reacciones humanas son infinitas.

Podrías saber francés, pero pudiste suponer que te lo decía en chiste. Podrías no saber francés, pero podes reconocer que ante un posible conflicto físico, estabas en una gran desventaja numérica y, por lo tanto, te pusiste en guardia. Y así podríamos seguir por horas.

Lo que rescatamos de este experimento es que tus emociones o la liberación de tu coctel hormonal depende de cómo estés configurado o de la información que hayas almacenado en tu vida. Porque cuando aprendes francés no es que te crece una parte nueva del cerebro, sino que tú reacción a los sonidos y letras utilizadas en esa lengua cambia. Básicamente pasas a asociar un conjunto de sonidos e imágenes (letras) con diferentes conceptos.

Esto nos muestra que el uso del lenguaje es un gran hallazgo del espécimen humano, ya que logramos crear una serie de patrones sonoros y visuales para representar fenómenos naturales, comunicarnos y desarrollar diferentes disciplinas. Pero tampoco quiero extenderme tanto en el desarrollo de nuestra especie, solo me parecía interesante mencionarlo. Lo importante acá es el resultado de nuestro experimento, con el cual podemos concluir que:

“La liberación hormonal como reacción ante una situación o circunstancia, depende de la interpretación de la misma.”

Con esto dicho, podemos entender que aquello que sintamos acerca de una persona, puede ser condicionado por nuestra experiencia previa con personas “similares”, por como estamos estimulad@s en el momento o, básicamente, por como está configurado nuestro cerebro en el momento de concluir que “nos cae mal”.

A esto me refiero con un “ajuste de empatía“. Porqué como elegimos interpretar a las personas afecta nuestro vínculo con ellas. Y es un sesgo cognitivo no indagar más allá de lo que percibimos en primera instancia. Por algo hay personas que se dedican a entender las diferentes personalidades, reacciones e interacciones de las personas. Las personas que estudian psicología buscan entender los procesos subyacentes de aquello que podemos ver en la superficie. Y déjame decirte, como persona que estudió psicología la mayor parte de su vida, que todas las personas se comportan de cierta manera por lo que aprendieron a lo largo de su vida. Nadie nace siendo una persona agresiva, pasiva, pasiva-agresiva, manipuladora, violenta o lo que sea. Tod@s tenemos la capacidad de ser todo lo que existe, ya que tod@s compartimos el mismo hardware, lo único que cambia es el software o, en otras palabras, como estamos configurados.

Ahora bien… Me gustaría aclarar que con esto no busco justificar los comportamientos “tóxicos”, solo que no busco ignorar la realidad detrás de ellos. Si vos elegís enojarte, frustrarte o lo que sea… eso es tu problema. Para poder avanzar como especie, considero crucial que comprendamos la causa y el efecto de todo tipo de fenómenos. En este caso, el desarrollo de las tendencias del comportamiento. Y entender más en detalle como se generan estas tendencias, nos ayuda a ser más empáticos con las personas. En otras palabras nos ayuda a ser más compasivos.

La compasión es un sentimiento emocional que nos hace sentir empatía y comprensión por el sufrimiento de otras personas. Y, al igual que todas las emociones y sentimientos, es parte de la experiencia humana. Si buscas ser una persona más completa, buscá entender a las personas que te “caen mal” o que te generan emociones intensas y te prometo que te vas a conocer más a vos mism@.

En esta oportunidad no voy a explicar porque entender a los demás nos ayuda a entendernos a nosotros mismos. Quiero que la conclusión de este blog sea una invitación para que busques ser más comprensiv@ con las personas, pero esto no quiere decir que por ello vayas a compartir lo que hacen. En absoluto. Pero que si entre tod@s buscamos entendernos mutuamente, entonces vamos a poder sanar las heridas del pasado y así construir un futuro más organizado, productivo y, por supuesto… uno mucho más pacifico.

Esto ha sido todo por hoy. Te espero en la próxima edición de esta aventura neurocientífica.

– Fuentes:

Sesgo cognitivo – Avances psicológicos- https://www.avancepsicologos.com/que-son-los-sesgos-cognitivos/#:~:text=Los%20sesgos%20cognitivos%20son%20un,visi%C3%B3n%20distorsionada%20de%20las%20cosas.

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